Ya está preparado el borrador del nuevo reglamento de armas y finalizado ya el plazo de alegaciones al mismo. Como gran novedad en lo que a nosotros respecta es que no hay novedad. Una vez más, la normativa se olvida de nosotros y nos deja de lado en lo referente al uso de armas en el desarrollo de nuestro trabajo.
En definitiva, que vamos a tener que seguir sacando las licencias tipo D y E (licencias para cazar) para labores de control de población, amén de seguir sacando la correspondiente licencia de caza o equivalente, psicotécnico y demás requisitos. Y en las Comunidades Autónomas donde tengan asignada arma corta, tendrán que poseer la licencia tipo C, una licencia que ampara el uso de arma corta a los miembros de la seguridad privada.
Llegados a este punto, sólo nos queda esperar a que las alegaciones al borrador fructifiquen, y se consiga algo tan sencillo como que los Agentes Forestales, funcionarios públicos, consigan un tipo de licencia propio que ampare el uso de armas en el desarrollo de su trabajo, y evitar el disparate actual que hace que estos funcionarios tengamos que sacar licencias propias para la caza o la seguridad privada, para poder realizar nuestro trabajo.
La propuesta planteada desde la Asociación Nacional de Agentes Forestales y Medioambientales (AEAFMA), a grandes rasgos, es la de que nuestra tarjeta de identidad profesional (los que la tengan) ampare el uso de armas de dotación propias de los Guardas, y del mismo modo, que se nos equipare al resto de fuerzas y cuerpos de seguridad, vigilancia aduanera, etc y podamos obtener la licencia tipo A que ampara las armas de propiedad privada de estos cuerpos.
Y después de repasar buena parte del abecedario, con tanta letra y licencia, sólo podemos esperar a que las elegaciones presentandas surtan efecto y mientras tanto abrir un debate sobre el siempre polémico tema de las armas.
Enlace del Borrador del Nuevo Reglamento