jueves, 18 de agosto de 2011

¿Es Posible la Unión? (Segunda Parte)

Se vuelve a plantear una vez más, tal y como ya hacía en otra entrada anterior la unificación o no de la Guardería del Medio Natural, ya que nos encontramos una vez más ante un cambio en la estructura orgánica del Principado de Asturias y por ello ante un nuevo horizonte que esperemos sea positivo para nuestro colectivo. Como todo cambio, lo afrontamos en principio con ilusión y optimismo, pensado que van a ser para mejor, aunque rara vez se cumplen esas expectativas, pasa el tiempo y echamos la vista atrás para comprobar que seguimos en el punto de partida, que pasaron cuatro años y que todo sigue exactamente igual, o peor.
Ante esa nueva reorganización unos esperamos la unificación del colectivo de Guardas del Medio Natural, pasando todos a formar parte de ¿un mismo servicio? y ser por fin un cuerpo unido que permita ante todo una mejor organización y distribución del trabajo, y sobre todo una mejor gestión de los recursos de los que disponemos, tanto humanos como materiales.

¿Tiene sentido que un colectivo como el nuestro esté dividido en tres Consejerías distintas? Desde luego que un cuerpo como el nuestro, creado con la misma ley, una oposición común, un mismo uniforme y en definitiva un mismo interés: la defensa del medio ambiente asturiano, no debe estar dispersado por las distintas consejerías, consiguiendo en el mejor de los casos duplicidad de funciones y en el peor , la sensación de que a pesar de que todo somos Guardas del Medio Natural, esa división histórica nos lleve a decir: no, yo soy guarda forestal, yo guardarríos o yo de medio ambiente, definiciones tan absurdas que no existen legalmente, pero que utilizamos asiduamente para referirnos a nosotros mismos.

Es de esperar que esta vez los Guardas del Medio Natural no perdamos un tren que solo pasa cada cuatro años y en el que nunca tenemos billete y que se cumplan por fin las expectativas que algunos compañeros tenemos para ver un colectivo unido, trabajando desde un mismo servicio y eliminar de una vez por todas esa división histórica que tanto daño nos está haciendo, aunque tal vez dentro de cuatro años volvamos a echar la vista atrás y comprobemos que no avanzamos nada.